La noche del 12 de octubre en Jaén se encendió con una triple descarga de rock y metal, un menú musical que prometía epicidad, color y la fiesta celta de la mano de tres generaciones y estilos. El Auditorio de la Alameda, engalanado para la Feria de San Lucas, se rindió ante el talento de Reino de Hades, la irreverencia de Megara y el aquelarre festivo de Mägo de Oz.
Reino de Hades
La responsabilidad de abrir el fuego recayó en los jienenses Reino de Hades, que jugaban en casa. El joven cuarteto demostró por qué es una de las promesas del metal nacional, inyectando al público con una dosis de folk-metal melódico y potente. Temas de su último trabajo conectaron inmediatamente además de algunos de sus primeros discos como “La rubia jovial”, despertando a los más rezagados y confirmando que el metal de la tierra tiene un futuro brillante. Cabe destacar que tocaron “Junto a ti”, tema dedicado a todas aquellas personas que les apoyaron tras el incendio sufrido en su local de ensayo. El público les brindó una ovación merecida, y ante todo orgullosos de ellos.
Después les siguió Megara. Tras la intensidad del opening, llegó el color y la modernidad de Megara. La banda madrileña irrumpió con su propuesta de "Fucsia-Rock", un género que mezcla la potencia del metal con una estética rompedora y toques electrónicos. Con su carisma escénico y letras cargadas de crítica y frescura, liderados por su inconfundible vocalista, lograron un contraste perfecto.
El público coreó con entusiasmo los temas más conocidos como “Arcadia” o “Truco o trato”. La banda demostró una ejecución impecable y una puesta en escena teatral que mantuvo a la audiencia hipnotizada, probando que el rock puede ser agresivo y, a la vez, increíblemente visual. Fueron la dosis de aire fresco y audacia que la nochhe necesitaba.
A la hora bruja, la gran atracción de la noche tomó el escenario. Mägo de Oz no decepcionó y convirtió la Alameda en una fiesta folk-metal sin igual. Con la escenografía habitual cargada de iconografía celta, el violín, la flauta travesera y las gaitas sonaron como un trueno sobre el mar de cabezas.
Con su nueva formación ya asentada, la banda demostró una energía arrolladora, encadenando himnos inmortales de su repertorio. El público, entregado desde el primer acorde, se desgañitó cantando baladas y saltando al ritmo de los temas más fiesteros.
El show fue una explosión de pirotecnia y buen humor. Con un Rafa Blas que se afianza como frontman y una banda que sabe manejar los tiempos del espectáculo a la perfección, los puntos álgidos llegaron con clásicos como "Molinos de viento" y "Fiesta pagana", que desataron la euforia colectiva, dejando claro que el folk-metal de los madrileños sigue siendo un fenómeno de masas.
También cabe destacar los dos covers de Saurom que tocaron tanto tanto Reino de hades con “Sueños perdidos” como Megara con “Naúfrago”.
El concierto de Jaén fue un éxito rotundo, una celebración de la diversidad del rock español, que unió la potencia local de Reino de Hades, la vanguardia de Megara y la leyenda viva de Mägo de Oz en una noche épica